Natalicio de Simón Bolívar y Día de la Armada
Simón
José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar
Palacios y Blanco (24 de julio de 1783 - 17 de diciembre de 1830),
fue la principal figura de la emancipación por parte de
los territorios Andinos frente a la España colonizadora.
Es conocido como "el hombre de las dificultades" y el
Libertador.
Nació
en Caracas el 24 de julio de 1783, hijo de Juan Vicente Bolívar
y Ponte (Marqués de San Luis) y de María de la Concepción
Palacios y Blanco (Marquesa de San Luis) , que formaban una familia
mantuana.
Simón
Bolívar recibió una excelente educación de
sus tutores, especialmente Simón Rodríguez. Gracias
a sus tutores, Bolívar conoció las obras del movimiento
filosófico del siglo XVIII, en particular la Ilustración
y también los de Grecia y Roma clásica.
A la edad
de nueve años, el joven Bolívar perdió sus
padres y quedo en cargo de su tío don Carlos Palacios.
A la edad de quince, Palacios, para que continuara con su educación,
lo envio a España en 1799 con su amigo Esteban Escobar.
Al hacer este
viaje, se detuvo en la Ciudad de México, donde se encontró
con el virrey de Nueva España, quien quedó alarmado
cuando el joven Bolívar discutió con confianza acerca
de la independencia americana. Llegó a Madrid en junio
de ese año y se alojó con su tío Esteban
Palacios.
En España,
Bolívar conoció a María Teresa Rodríguez
del Toro y Alayza, con quien se casó poco después
en 1802. Poco después de volver a Venezuela, en 1803, María
Teresa murió de fiebre amarilla.
Su muerte
afectó grandemente a Bolívar, quien juró
nunca casarse de nuevo. Promesa que mantuvo el resto de su vida.
Después
de perder a su esposa, Bolívar regresó a España
con su tutor y amigo Simón Rodríguez, en 1804. En
Europa, presenció la proclamación de Napoleón
Bonaparte como emperador francés y después asistió
a la coronación de Napoleón como Rey de Italia en
Milán.
Bolívar
perdió el respeto por Napoleón, a quien consideró
un traidor a las ideas republicanas. Pero es en Italia donde Bolívar
haría su famoso juramento sobre el Monte Sacro de Roma
de no descansar hasta que América fuera libre.
La
lucha independentista
Bolívar
regresó a Venezuela en 1807 después de una breve
visita a los Estados Unidos. En 1808, Napoleón instaló
a su hermano, José, como rey de España.
Esto instigó
una gran revolución popular en España conocida como
la Guerra Peninsular. En América, como en España,
juntas regionales se formaron para luchar contra el nuevo rey.
A diferencia de las juntas españolas, las juntas americanas
lucharon contra el poder del rey, no sólo contra la persona
de José Bonaparte.
Ese año,
la junta de Caracas declaró su independencia de España
y Bolívar fue enviado a Inglaterra con Andrés Bello
y Luis López Méndez en una misión diplomática.
Bolívar regresó a Venezuela y el 3 de junio de 1811
dio su discurso en favor de la independencia americana a la Sociedad
Patriótica.
El 13 de agosto,
fuerzas patriotas comandadas por Francisco de Miranda lograron
una victoria en Valencia.
El 24 de julio
de 1812 Miranda se rindió después de varios desastres
militares. Los dirigentes revolucionarios lo entregaron entonces
a las tropas españolas. Bolívar pronto tuvo que
huir a Cartagena de Indias. Allí, escribió su famoso
Manifiesto de Cartagena, en el cual expusó que Nueva Granada
debería ayudar a liberar a Venezuela porque su causa era
la misma y porque la libertad de Venezuela aseguraría la
libertad de Nueva Granada. Bolívar recibió la asistencia
de Nueva Granada y en 1813 invadió Venezuela. Entró
a Mérida el 23 de mayo y fue proclamado Libertador por
el pueblo.
El 8 de junio
Bolívar proclamó la "guerra a muerte"
en favor de la libertad. Declaraba su muy discutida "Españoles
y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si
no obráis activamente en obsequio de la libertad de Venezuela.
Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables".
Realmente esta declaración había sido una respuesta
a las matanzas realizadas por las fuerzas que apoyaban el dominio
español. Tomó Caracas el 6 de agosto y dos días
después proclamó la segunda república venezolana.
Después
de numerosas batallas, Bolívar tuvo que huir nuevamente
y en 1815 tomó refugio en Jamaica, desde donde escribió
su Carta de Jamaica. Ese mismo año Bolívar viajó
a Haití y solicitó a su presidente, Alejandro Sabes
Petión, ayudar a la causa hispanoamericana.
En 1817, con
ayuda de Haití, Bolívar regreso al continente para
continuar luchando.
La Batalla
de Boyacá el 7 de agosto de 1819 resultó en una
gran victoria para Bolívar y el ejército de la revolución.
Ese año, Bolívar creó el Congreso de Angostura
que fundó la Gran Colombia (una federación de las
presentes repúblicas de Colombia, Venezuela, Panamá
y Ecuador) la cual nombró a Bolívar presidente.
Durante los
próximos años la oposición realista fue eliminada.
Después de la victoria de Antonio José de Sucre
sobre las fuerzas españolas en la Batalla de Pichincha
el 24 de mayo de 1822 el norte de Sudamérica fue liberada.
Con esa gran victoria Bolívar se preparó para marchar
con su ejército y cruzar los Andes y liberar Perú.
El 26 de julio
de 1822 Bolívar tuvo una conferencia con el General Don
José de San Martín en Guayaquil para discutir la
estrategia para la liberación de Perú. Nadie sabe
qué ocurrió en la secreta reunión entre los
dos héroes latinoamericanos, pero San Martín volvió
a Argentina mientras Bolívar se preparó para la
lucha contra el último bastión español en
Sudamérica.
En 1823 Bolívar
tomó comando de la invasión de Perú y en
septiembre llegó a Lima con Sucre para planear el ataque.
El 6 de agosto
de 1824 Bolívar y Sucre juntos derrotaron el ejército
español en la Batalla de Junín.
El 9 de diciembre
Sucre destrozó el último baluarte del ejército
español en la Batalla de Ayacucho, eliminando el dominio
español en Sudamérica.
El 6 de agosto
de 1825 Sucre creó el Congreso del Alto Perú en
el cual creó la República de Bolivia en honor de
Bolívar. La Constitución de 1826, aunque nunca fue
usada, fue escrita por Bolívar mismo. También en
1826 Bolívar convocó al Congreso de Panamá,
la primera conferencia hemisférica.
Pero en 1827
debido a rivalidades personales entre los generales de la revolución,
explotaron conflictos políticos que terminaron por destruir
las perspectivas de una unión sudamericana por la cual
Bolívar había luchado.
Creyendo que
mediante su acción podría imponer el orden y mantener
la unión de la Gran Colombia, Bolívar se declara
a sí mismo dictador el 27 de agosto de 1828, mediante el
Decreto Orgánico de la Dictadura y queda abolida la Vicepresidencia
de la República.
El 25 de septiembre
de 1828, en Bogotá, se llevó a cabo un atentado
contra su vida, conocido como la "conspiración septembrina"
, de la cual resultó ileso gracias a la ayuda de su compañera
sentimental, Manuela Sáenz.
Bolívar
inicialmente intentó perdonar a los que fueron considerados
como conspiradores, miembros de la facción santanderista.
Eventualmente se decidió someterlos a la justicia marcial,
después de la cual debieron ser fusilados los acusados
de ser los directos implicados, algunos sin que quedara plenamente
establecida su responsabilidad.
El mismo Francisco
de Paula Santander, quien había sabido con antelación
de la conspiración y no se había opuesto directamente
a ella por sus diferencias con Bolívar, partió al
exilio.
Después
de los hechos, Bolívar siguió gobernando en un ambiente
enrarecido, acorralado por disputas fraccionales y sufriendo de
tuberculosis. El Libertador Simón Bolívar renuncia
al poder a mediados del año 1830 y luego muere el 17 de
diciembre de 1830 en Colombia en la ciudad de Santa Marta, tras
una penosa travesía desde Bogotá por el río
Magdalena, al final de la cual pretendía partir hacia Europa.
Desde su lecho
de muerte, un Bolívar gravamente enfermo clamó porque
su muerte por lo menos permitiera que se consolidara la unión
y desaparecieran los partidos. Poco después de su fallecimiento,
la Gran Colombia, que estaba en degeneración debido a las
disputas políticas internas que fragmentaron el orden constitucional,
fue reconocida legalmente como disuelta en 1831 con el establecimiento
de las tres repúblicas de Nueva Granada, Venezuela y Ecuador,
que quedarían bajo el liderazgo e influencia del neogranadino
Francisco de Paula Santander (al regresar del exilio), el venezolano
José Antonio Páez y de Juan José Flores en
Ecuador, respectivamente.
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