Día del Veterano de Guerra
y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas
El 22 de
noviembre de 2000, el Poder Legislativo argentino sancionó
la Ley Nº 25.370, por la cual se declara al día 2
de abril como Día del Veterano y de los Caídos en
la guerra en Malvinas. Dicha ley se promulgaría finalmente
el 15 de diciembre de ese mismo año.
El 2 de abril
de 1982 las Fuerzas Armadas Argentinas desembarcaron en Puerto
Argentino (Port Stanley) para iniciar la recuperación de
las Islas Malvinas, ocupadas ilegítimamente por Inglaterra
desde 1833. Esto desencadenó la Guerra de las Malvinas
que se desarrolló desde ese día hasta la rendición
argentina el día 10 de junio de 1982.
La Guerra
de las Malvinas fue un conflicto armado entre Argentina y el Reino
Unido ocurrido en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich
del Sur ocurrido entre el 19 de marzo y el 14 de junio de 1982
por la soberanía sobre esos archipiélagos australes
dominados por Gran Bretaña y que la Argentina demanda como
propios.
Su saldo final
fue la reocupación de las Malvinas por el Reino Unido y
la muerte de 746 soldados argentinos, 265 británicos y
3 civiles. En Argentina, la derrota en el conflicto precipitó
la caída de la Junta militar que gobernaba el país
tras el golpe de Estado de 1976, y la restauración de la
democracia como forma de gobierno.
Desde la
Guerra de las Malvinas, ninguna otra nación ha osado disputar
a una gran potencia una posesión colonial. Desde este punto
de vista, el conflicto contribuyó a un mayor grado de estabilidad
internacional, pero también al reforzamiento de políticas
neocoloniales que aspiran a modificar el statu quo por medios
más sutiles.
La guerra
empeoró aún más la situación económica
argentina y significó un severo golpe para la moral del
país, de lo que tardaría mucho en recuperarse. Leopoldo
Galtieri cayó en desgracia y tuvo que renunciar a la Presidencia
a los tres días de la derrota, siendo sustituido por Alfredo
Óscar Saint-Jean. Pero la Junta Militar estaba herida de
muerte. Un año y medio después el último
milico entregaba el poder a Raúl Ricardo Alfonsín,
primer presidente elegido democráticamente desde el golpe
de estado de 1976. La democratización de Argentina fue,
quizás, la única consecuencia política positiva
de la Guerra de las Malvinas.
El sector
de la sociedad que antes se había girado siempre a los
militares para que enderezaran las cosas cuando éstas iban
mal comenzó a pensar que éstos carecían en
realidad de habilidades políticas, con lo que la mentalidad
golpista fue disolviéndose en Argentina durante los siguientes
años.
En el Reino
Unido, la victoria sacó al gobierno de Margaret Thatcher
del agujero en que se encontraba por sus duras políticas
sociales de corte neoliberal y ganó las elecciones de 1982
con la más amplia mayoría que había tenido
nunca un candidato desde 1935. Esto le permitió afrontar
con mucha fuerza todos los conflictos con amplias capas de la
población derivados de las políticas mencionadas
que se produjeron en los años subsiguientes, y seguir en
el poder hasta 1990, lo que consolidó la llamada involución
conservadora en Occidente.
La Guerra
de las Malvinas significó el final, en la práctica,
del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR),
pues el más poderoso de sus componentes, Estados Unidos,
decidió denunciarlo de facto para aliarse con la otra parte
en el conflicto. También significó un fracaso para
la ONU y para la diplomacia de numerosas naciones.
Por el contrario,
la Guerra de las Malvinas reforzó la relación especial
entre Estados Unidos y el Reino Unido, dando lugar a un atlantismo
extremo que en tiempos recientes ha significado profundas divisiones
en el proceso de construcción de la Unión Europea.
No obstante ello, Estados Unidos votó en noviembre de 1982
a favor de una resolución de Naciones Unidas instando a
las partes a renegociar el conflicto. Por su parte, el resto de
países de la Unión Europea levantó las sanciones
a Argentina en cuanto la guerra hubo terminado. Había más
misiles y fragatas que vender.
En la actualidad,
las relaciones entre Argentina y el Reino Unido pueden calificarse
de excelentes. Hay un "paraguas" de silencio sobre la
cuestión malvinense. En 1985 Londres concedió a
los habitantes el derecho a la autodeterminación; teniendo
en cuenta que éstos son y se sienten británicos
en su inmensa mayoría, no parece que signifique gran cosa.
En 1990 se restablecieron las relaciones diplomáticas entre
ambos países. En 1999 desapareció del aeropuerto
de Buenos Aires el cartel las Malvinas son nuestras. Hay de nuevo
vuelos regulares entre Argentina y Port Stanley. En 2001, el Primer
Ministro británico Tony Blair visitó oficialmente
Argentina. Los archipiélagos siguen en las mismas manos
que estaban el día anterior al inicio del conflicto. Las
relaciones bilaterales son igualmente cordiales. Todo es normal.
Dentro del paréntesis, más de mil hombres muertos.
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